Monday, June 15, 2015

examen de cabeza


Examen de Cabeza

 

 

Inspección

 

Cuando iniciamos el examen con la inspección para esto debemos colocar al paciente en una buena posición, inspeccionar la forma, tamaño, simetría de la cabeza, así como también la piel, pelo y cuero cabelludo.

 

Posición

 

La cabeza y el cuello pueden examinarse con el paciente sentado o acostado; pero es preferible el paciente sentado para tener un examen más exacto y adecuado. Es esencial una buena luz,  preferencia clara del día, ya que muchas enfermedades como la ictérica queda enmascara por la luz artificial. Es de gran importancia exponer completamente el cuello y los hombros. El examinador debe pasar de delante hacia atrás del paciente para facilitar la inspección y palpación

 

Tamaño

 

Debemos observar el tamaño de la cabeza que sea normal. Cuando esta es mayor de lo normal se conoce como macrocefalia y si ocurre lo contrario se denomina microcefalia.

 

 

Simetría

 

Debemos observar si la cabeza es simétrica, es decir si el lado derecho es igual al izquierdo

 

 

Forma

 

Se debe observar si la cabeza es de forma normal (normocéfala)  o patológica.

 

En el caso de ser patológica debemos tomar en cuenta  y  describir  el tipo de anomalía que se observa, si es Oxicefalia, dolicocefalia o turricefalia.

 

 

Pelo y cuero cabelludo

 

Deben registrarse la cantidad, textura y distribución del pelo en cabeza y cara. No es necesario inspeccionar minuciosamente la piel del cráneo, pero debe  apreciarse a nivel de la implantación de los pelos y separando estos durante la palpación.

 

 

Palpación del cráneo y cuero cabelludo

 

Se debe palpar sistemáticamente el cráneo y cuero cabelludo con el pulpejo de los dedos de ambas manos y aplicando sobre toda la bóveda craneal, al mismo tiempo que separamos el cabello para buscar y describir cicatrices, lesiones, abrasiones, escaras, nódulos, quistes sebáceos en el paciente. Lo correcto en el examen de la palpación es preguntarle  al paciente si tiene algunas pequeñas masas, nódulos o cicatrices en su cuero cabelludo; a veces estos pequeños lobanillos o tumores escapan a la atención del examinador aunque el paciente los conozca muy bien.

 

 

Piel

 

Algunas lesiones pueden pasar inadvertidas a menos que el examinador deliberadamente observe cada centímetro de cara, cuello, oídos, y detrás de los pabellones. Obsérvese particularmente las manchas de cualquier tipo, las cicatrices de quemaduras o intervenciones quirúrgicas previas, y la piel telangiectásica producida por radioterapia.

 

 

Algunas lesiones de la piel que podemos observar y tenemos que tomar en cuenta son las siguientes

 

 

  • Nevo pigmentado
  • Nevo intradérmico
  • Nevo de Unión
  • Nevo compuesto
  • Nevo Azul o mancha mongólica

 

Melanoma Juvenil o nevo de  Spitz: es fácil que un nevo plano que aumenta de tamaño en la infancia sea un melanoma juvenil. No tiene pelo y puede ser levantado o incluso verrugoso. Rara vez se ulcera. Punto clínico clave es que en una biopsia de la lesión, pueden encontrarse figuras mitóticas y alteraciones marcadas, sugestivas de melanoma maligno. Es raro que estas lesiones llegue dar una metástasis en la infancia y, en general deben considerarse como benignas.

 

Lo más adecuado es que los nevos de palmas y manos deben extirparse en la infancia si son benignos.

 

 

Melanoma Maligno: desgraciadamente, es frecuente que el primer signo de un melanoma maligno sea la aparición de metástasis. Sin embargo, cualquier cambio de tamaño, ulceración, irritación, hemorragia o profundización de  la pigmentación debe considerarse como signo potencial de malignidad en un nevo y es necesario una biopsia extirpadora amplia.

 

Las lesiones que están  sujetas particularmente a traumatismos y las que están en las plantas de los pies, palmas de las manos y en el escroto, deben eliminarse de manera profilácticamente.

 

 

 

 

 

 

 

 Otras lesión de la piel son:

 

 

Papiloma pigmentado o verruga senil

 

Estas lesiones suelen aparecer después de los 40 años de edad, para aumentar lentamente de volumen, constituyendo nódulos pedunculados de color pardo y superficie finamente arrugada. Son únicos o aparecen por grupos en cara, cuello y tronco. No tiene ninguna relación con el nevo pigmentado, pero en ocasiones se ha confundido con él. Su transformación maligna es muy rara; cuando se produce lo hace en forma de carcinoma epidermoide de crecimiento lento.

 

Quiste Sebáceo

 

El labonillo o quiste sebáceo suele aparecer en el cuero cabelludo, por detrás de las orejas, y en cara y cuello, constituyendo un nodulo liso redondeado adherido a la piel que lo recubre. Una inspección cuidadosa puede revelar el orificio de un conducto sebáceo ocluido en el punto de fijación a la piel. Su infección es muy frecuente: puede originar un rápido aumento de volumen y suele dar una hipersensibilidad, enrojecimiento e induración de los tejidos vecinos.

 

 

Quiste Dermoide

 

Los quistes epiteliales de inclusión simulan los lobanillos, pero son menos frecuentes. Se observan en puntos de fusión del ectodermo en el desarrollo fetal; por la tanto, suelen presentarse en la línea media del cuerpo, como en la piel de la frente o del cuero cabelludo, y en los ángulos externo de las hendiduras palpebrales. Este quiste suele ser diferente del quistes sebáceos por su localización y porque la piel que lo recubre no está adherida al nódulo.

 

 

 

 

 

Cáncer Metastásico

 

Es frecuente la aparición de nódulos de cáncer en el cuero cabelludo y en el cuello. Las lesiones pueden parecerse mucho a los quistes epiteliales.  Mientras no se demuestre lo contrario, un lobanillo que aparece bruscamente en la piel del cráneo o del cuello en una persona que se sabe tiene cáncer, debe considerarse lesión metastásica.

 

 

 

Queratosis Senil

 

Las personas que tienen la piel clara y ojos azules tienen tendencia a desarrollar lesiones escamosas de color pardo susceptibles de degenerar en cáncer epidermoide. Al principio estas lesiones parecen simples pecas, pero con el tiempo aparecen excrecencias verrugosas de color pardo; estas se descaman y dejan una costra superficial húmeda que rápidamente se recubre de un nuevo crecimiento de escamas parduscas.

 

Queratosis Seborreica

 

Esta se trata de una lesión precancerosa que aparece en la edad avanzada y tiene forma de nodulo verrugoso superficial de color pardusco recubierto de escamas grasosas y húmedas. Si hay aumento progresivo de volumen, la lesión puede representar la primera etapa de un carcinoma.

 

 

 

 

Examen de los Ojos

 

  • Se deben observar los siguientes datos:
  • estado de las cejas
  • forma de los ojos
  • dimensiones e irregularidades de las pupilas
  • posición del globo ocular
  • estado de esclerótica y conjuntiva.

 

Examínense los movimientos extraoculares moviendo ligeramente un dedo hacia delante y atrás mientras el paciente lo sigue con sus ojos manteniendo la cabeza inmóvil.

 

En el examen de los ojos tenemos que buscar en particular los movimientos bruscos (nistagmos), la incapacidad para la convergencia, la caída de los parpados y los movimientos asincrónicos o limitados de uno o ambos ojo.

 

También se debe revisar la reacción de las pupilas a la luz y la acomodación. En algunas ocasiones los signos oculares brindan la primera sospecha para el diagnostico de hipertiroidismo.

 

 

Debe observarse las pupilas detenidamente, ya que estas se tornan diferentes y adoptan un aspecto característico en algunas condiciones o enfermedades como ejemplo, Si son irregulares o fijas en el caso de sífilis, Puntiformes en la intoxicación por morfina. También la disposición del globo ocular es importante en el caso de tumores maxilares y retroorbitarios se observa una ligera asimetría de este.

 

La ictericia se descubre en la conjuntiva antes de que sea manifiesta en la piel, si se efectúa el examen con luz de día.

 

 

Examen de oído

 

El oído externo se explora como parte del examen general de la piel de cabeza y cuello. De este debemos explorar lo siguiente:

 

 

El Pabellón auricular: Tenemos que describir que tipo de deformidad (en forma de copa, forma de coliflor), agenesia o hipoplasia (de las orejas, lóbulos o tragos), disfunción.

 

             Nivel de inserción: se toma en cuenta el ángulo externo y el conducto auditivo externo.

 

             Patologías: lesiones, quistes, tofos, cianosis, hemorragias, cicatrices.

 

             Sensibilidad: normal, híper o hipo sensible. ( trago)

 

La audición se prueba fácilmente frotando las puntas del pulgar y del índice juntas muy cerca de la oreja. Si oye más de lo normal se llama hiperacusia e hipoacusia  si oye menos de lo normal.

 

El conducto auditivo externo (CAE)

 

 

El conducto auditivo externo se explora halando la oreja hacia atrás, arriba y afuera y se observa cualquier tipo de lesión o secreción. Luego se examinan con el otoscopio los conductos auditivos externos y los tímpanos y describimos: color de la mucosa presencia o no de hiperemia, rugosidades, hemorragias o lesiones, secreciones (otorrea u otorragia)

 

 

 

 

Examen de la  nariz

 

Se debe observar su: contorno y simetría; el tabique nasal si se encuentra central, sin ninguna perforación y/o desviación. Utilizando los dedos se inclina la cabeza del paciente ligeramente hacia atrás y se procede a la inspección de ventanas nasales mediante una luz. Se observa el tabique por transiluminación, proyectando la luz dentro de una ventana y observando por la otra. Vigílese con particular cuidado si hay perforación o desviación del tabique. También se determina la permeabilidad de cada ventana nasal haciendo que el paciente respire por la nariz mientras se comprime alternativamente cada una de las ventanas.

 

 

Examen de la cavidad bucal

 

El examen detallado de la cavidad oral es muy  importante, por cuanto es asiento frecuente de neoplasias asintomáticas. Hay que observar sistemáticamente los:

  • Labios
  • Dientes
  • bordes alveolares
  • mucosa bucal
  • paladares blando y duro
  • suelo de la boca
  • lengua
  • amígdalas
  • oro faringe

 

De ordinario puede efectuarse un examen adecuado con una simple lámpara de mano, un depresor de lengua y el dedo que palpa.

 

Inspección

 

Lo primero que observamos son los labios, encías, y dientes. Se indica al paciente que haga muecas y exponga dientes y parte anterior de las encías. Luego se separa los labios de los dientes mediante un depresor de lengua. Al mismo tiempo se puede observar la mucosa de los labios. Hay que notar la presencia de mal oclusión, falta de dientes o higiene bucal defectuosa. Después se pide al paciente que abra bien la boca; el examinador debe observar cuidadosamente la mucosa bucal. Es esencial para ello disponer de una baja lengua.

 

 

 Obsérvese la abertura del conducto de Stenon en la mucosa bucal. Se le pide al paciente que  coloque entonces la punta de su lengua contra el techo de la boca para exponer el suelo de la misma, se observa fácilmente el conducto de wharton.

 

Se continua la inspección diciéndole al paciente que saque la lengua y se examina con cuidado su superficie. Hay que observar cuidadosamente las papilas circunvaladas de las superficies dorsal y lateral; su hipertrofia es común y puede simular una neoplasia.

 

Glándula parótida

 

 

La glándula parótida  normalmente no se ve ni puede limitarse por palpación. La abertura del conducto parotideo (conducto de steno) se pueden Identificarse como una pequeña elevación situada a nivel del segundo molar superior. Se ve directamente cuando está inflamada o edematosa.

 

Parotiditis: en la inspección, la glándula hipertrofiada constituye una masa difusa por delante del oído, que se extiende hasta abajo y atrás hasta el ángulo del maxilar. El conducto de steno aparece edematoso y enrojecido cuando se separa la mucosa bucal mediante un depresor.

 

LESIONES DE LA CAVIDAD BUCAL

 

CÁNCER

La lesión más importante de la cavidad bucal, que nunca debe pasar inadvertida en un examen sistémico, es el cáncer. Puede producirse en cualquier parte de la cavidad bucal, pero generalmente respeta el dorso de la lengua por delante de las papilas circunvalares.

 

CÁNCER DE LENGUA: Tumor maligno más frecuente de la cavidad bucal. Aparece en la base de la lengua a lo largo de los bordes o en la superficie inferior, y suele extenderse al suelo de la boca. Las metástasis son frecuentes y precoces.

 

CÁNCER DE LABIO: se observan con más frecuencia en los varones después de los 50 años. Aparece como interrupción superficial de la mucosa a nivel de la unión mucocutanea, o como excrecencia verrugosa. Las metástasis son tardías.

 

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